CICLO GRANDES DIRECTORES (3): KENJI MIZOGUCHI: MADRES, ESPOSAS Y GEISHAS
CICLOS . GRANDES DIRECTORESEl hombre que amaba a las mujeres
por Rodrigo Buedieman
“En Kyoto comenzó a frecuentar con asiduidad las casas de geishas del barrio de Gion. Sus amantes en aquella época fueron tan numerosas como efímeras. Una de esas relaciones le dejaría marcado, literalmente para siempre. En 1925 se enamoró de una camarera con la que comenzó a vivir. Según relata Audie Bock, un ataque de celos llevó a su amante a apuñalarle por la espalda. El incidente fue aireado por la prensa y le supuso problemas con su productora. Bock relata: “No obstante, Mizoguchi perdona a su amante y suspende su trabajo para ir a encontrarse con ella en Tokio. La pareja se reconcilió, viviendo Mizoguchi a costa de los ingresos que ella obtenía con su trabajo de criada en una taberna japonesa, hasta que un conocido le advirtió que estaba desperdiciando su vida. Retorno a Kyoto y reanudó su trabajo con una vitalidad que no había conocido antes de su encuentro con la animal perversidad de una mujer abandonada. La amante que el conoció en Tokio, acabó en la prostitución”.