JONAS MEKAS (1922-2019)
EFEMÉRIDESDESTELLOS DE BELLEZA
por Rodrigo Buedieman
“Al llegar a Wiesbaden nos detuvieron en la entrada del campo. Se acercó un policía militar, no revisó y pidió ayuda.
-Busquen bien –dijo-. Vean qué hay en las valijas y en los bolsos.
Abren un bolso: libros. Abren otro: libros… Abren las valijas: más libros.
Sacuden la cabeza. No entienden.
-¿Dónde están sus cosas? –pregunta uno.
-No tenemos cosas –decimos.
Señalamos los libros, les decimos que esas son nuestras cosas.
Nos miran como se mira a los locos y vuelven a sacudir la cabeza.
-Está bien, que pasen –dice el policía militar”.
FESTIFREAK 2018 (1): El silencio es un cuerpo que cae | Agustina Comedi (2017)
FESTIFREAK . FESTIVALESLA DIFERENCIA QUE NO SE DEBE EXPLICAR
por Rodrigo Buedieman
Un tímido pero preciso paneo empieza por los pies, luego por los muslos, se descubre el aparato genital masculino para finalizar con un zoom out digital que direcciona la mirada a uno de los torsos más reconocibles del universo. El ceño fruncido en el rostro de David es una certeza. Una escultura de mármol blanco de un hombre musculoso anticipa la tensión contenida dentro del corpus familiar de la realizadora. El cuerpo expuesto de David como síntoma de la indagación sexual, el ocultamiento de la identidad y la pesquisa autobiográfica a partir del material del archivo.
CICLO GRANDES DIRECTORES (7): CARL TH. DREYER
CICLOS . GRANDES DIRECTORESEL DESEO DE PENSAR UNA VERDAD
por Rodrigo Buedieman
La obra de Carl Theodor Dreyer puede resumirse en una pequeña y escueta máxima que le pertenece: “La esencia más íntima del cine es una necesidad de verdad”. El postulado resulta una obviedad que puede ser trasladarlo a la filmografía de cualquiera de los grandes directores de la historia del cine o de cualquier creador de formas de otra disciplina en general. Sin embargo Dreyer presenta una importante salvedad, el deseo de una verdad no tendría por objeto la suplantación de un orden viejo por uno nuevo, es más bien sugerir que el espíritu humano presenta tantas potenciales verdades como se proponga. La capacidad de pensar y sentir no debe ser sujeta a una imposición superior.
CICLO PERSONAJES (2): LINYERAS
CICLOSCROTEAR COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD
por Rodrigo Buedieman
Lo seductor de un ciclo es muchas veces su propuesta de generar conexiones entre películas o directores en que sus sistemas parecieran estar muy alejados en sus formas y en el tiempo. Pensarlas a partir de un denominador común puede resultar ser un problema en tanto las películas en cuestión obedezcan a un esquema que tenga como fin ser utilitario de otro saber; pero en tanto y en cuanto proponga el cuestionamiento del propio saber, unir vínculos de objetos aparentemente disímiles puede generar nuevos interrogantes que propicien pensar nuevos modelos de conducta.
CICLO GRANDES DIRECTORES (6): JEAN-PIERRE MELVILLE
CICLOS . GRANDES DIRECTORESEL LOBO SOLITARIO
por Rodrigo Buedieman
“Soy perfectamente consciente de la extraordinaria deshonestidad que supone ser eficaz,
pero al espectador nunca se le debe permitir ser consciente de hasta qué punto todo está manipulado.
Debe estar hechizado, prisionero de la película“.
El cuerpo fílmico de Jean-Pierre Melville puede corroborarse en su propia cita. El dominio de la puesta en escena y la rigurosidad en los desplazamientos de cámara para que el espectador ubique su atención no donde quiera sino donde le sea sugerido, son marcas indiscutibles del director. Ahí radica su posible deshonestidad, el espectador es utilizado a fin de consumar la especificidad del relato, estar inmersos sin pestañear. La gran fatalidad del cine clásico norteamericano. La deshonestidad es discutible, al fin y al cabo, de eso se trata el cine, de tomar postura frente a la dominación del relato. La conciencia de Melville frente a la supremacía es irrefutable. Su cambio de apellido, si bien es extra-cinematográfico, no hace más que corroborarlo. Suplantó su apellido Grumbach por Melville en honor al gran escritor Herman Melville.
CICLO PERSONAJES (1): JEANNE MOREAU
CICLOSMEMORIA ANTIGUA
por Rodrigo Buedieman
Debería tener unos quince años, lo recuerdo como si fuera hoy. Echado en la cama de mis padres, control remoto en mano buscando qué nueva película podía ver. Conocía el cine a través de los videoclubes, HBO y los actores estrella de Hollywood. No era la nueva película de Scorsese, sino la nueva película de Roberto De Niro. Mi inocente adolescencia que creía saberlo todo sobre el cine empezaba a manifestar una avidez cinéfila, pero no como un deseo, sino como una forma de relacionarme con el mundo. El cine me procuraba un saber (en ese momento aún no lo sabía) que difícilmente podía aprenderlo en otro lado, porque el cine piensa por sus propios medios. No es un hecho menor entender gracias al cine que las relaciones que entablamos con los seres humanos puede ser distinta a la que a uno le enseñan que debe ser. El cine puede ser un aprendizaje, una vía que une opuestos, y por ende modifica la percepción que tenemos sobre nuestro lugar en el mundo.
LIBROS DE CINE (2): CROMA, de DEREK JARMAN
LIBROS DE CINE . NOTASEL CANARIO ENJAULADO CANTA MEJOR
por Rodrigo Buedieman
Croma
Derek Jarman
Editorial Caja Negra, 248 páginas
Croma no es estrictamente una autobiografía sobre Derek Jarman, ni una reflexión sobre su obra o el cine en general. Los textos vibran dentro de esos límites. Van y vienen dentro de un caos indefinido, como varios de los libros de directores cinematográficos que ha editado la magnífica editorial Caja Negra. Los píxeles de Cézanne de Wenders, Mis modelos de conducta de John Waters y 120 historias del cine de Alexander Kluge, todos ellos editados bajo el mismo sello, se empeñan en tomar un objeto que de cuenta de su visión del mundo. Esto es, del mundo circundante, el director selecciona con un halo inocente elementos a pensar que den cuenta de su interior para escamotear su figura y la clave autobiográfica. He aquí un patrón. Habría que deliberar si es un modelo propuesto por la editorial o una constante en ciertos directores, con mayor incidencia en el viejo continente.
CICLO GRANDES DIRECTORES (5): ESPECIAL CINE SOVIÉTICO SONORO
CICLOS . GRANDES DIRECTORESLA CONSTRUCCION DE UNA IDENTIDAD
por Rodrigo Buedieman
Cuando se habla del cine o la cinematografía de un país, generalmente se da por supuesto que por detrás existe algún misterioso plan que tiene como fin último la construcción de un proyecto, y no necesariamente es así. Se suele categorizar “cine argentino” o (como el ciclo que se presenta) “cine soviético” a un conjunto de películas que muchas veces no tienen entre ellas nada en común, ni por lo que muestran ni por lo que omiten. Más bien es una cuestión regional. El ciclo del presente mes nos permite preguntarnos ¿Qué es un cine nacional?, o si efectivamente existe algo que podamos llamar cine nacional.
CICLO GRANDES DIRECTORES (4): JACQUES TOURNEUR: MAESTRO DE LA CLASE B
CICLOS . GRANDES DIRECTORESEl (otro) Hollywood : EL LADO B
por Rodrigo Buedieman
“¿Cuál es el sitio que piensa ocupar en la historia del cine?
– Ninguno… Soy un realizador muy mediano, he hecho mi trabajo lo mejor posible, con todas mis limitaciones.”
La respuesta pertenece al propio Jacques Tourneur, hijo del prolífico también director francés Maurice Tourneur. No creo que sea por modestia, probablemente es como siempre se ha sentido: una pieza dentro de una maquinaria que siempre se ha empecinado en reducir la construcción de una película a funciones: en este caso, la de director. Sin dudas Tourneur ha tenido limitaciones, pero de ninguna manera en su capacidad como director, más bien en tanto condiciones de producción que permiten la concepción de un film.
CICLO GRANDES DIRECTORES (3): KENJI MIZOGUCHI: MADRES, ESPOSAS Y GEISHAS
CICLOS . GRANDES DIRECTORESEl hombre que amaba a las mujeres
por Rodrigo Buedieman
“En Kyoto comenzó a frecuentar con asiduidad las casas de geishas del barrio de Gion. Sus amantes en aquella época fueron tan numerosas como efímeras. Una de esas relaciones le dejaría marcado, literalmente para siempre. En 1925 se enamoró de una camarera con la que comenzó a vivir. Según relata Audie Bock, un ataque de celos llevó a su amante a apuñalarle por la espalda. El incidente fue aireado por la prensa y le supuso problemas con su productora. Bock relata: “No obstante, Mizoguchi perdona a su amante y suspende su trabajo para ir a encontrarse con ella en Tokio. La pareja se reconcilió, viviendo Mizoguchi a costa de los ingresos que ella obtenía con su trabajo de criada en una taberna japonesa, hasta que un conocido le advirtió que estaba desperdiciando su vida. Retorno a Kyoto y reanudó su trabajo con una vitalidad que no había conocido antes de su encuentro con la animal perversidad de una mujer abandonada. La amante que el conoció en Tokio, acabó en la prostitución”.